6 claves para el turismo de naturaleza en el Quindío

El avistamiento de aves constituye uno de los segmentos especializados del ecoturismo que, junto al turismo de aventura y el turismo rural, hace parte de lo que se denomina turismo de naturaleza.

El departamento del Quindío cuenta con un instrumento científico de soporte para la planificación del turismo de naturaleza. Normatividad y estandarización de la oferta turística, formación de capital humano en turismo, infraestructura turística y de soporte, innovación en la oferta turística, protección ambiental y paisajística, territorio turístico estratégico y atractivo, son, según la investigación denominada “Visión prospectiva del turismo de naturaleza Quindío 2035”, las variables estratégicas para alcanzar el escenario posible y deseable para el turismo de este tipo en este territorio.

La investigación duró un año y durante la misma se realizaron 5 talleres en los que participaron 40 actores de la cuádruple hélice (universidad, empresa Estado y sociedad). Análisis Morfológico, Ejes de Peter Schwartz, Ábaco de Regnier y Sistema de Matrices de Impacto Cruzado (SMIC Pro Expert) constituyeron el soporte de las técnicas de prospectiva utilizadas por los docentes uniquindianos Beatriz Elena Guzmán, Edwin Tarapuez, Juan José Botero y Ramiro Parra, integrantes del Grupo de Investigación en Gerencia y Emprendimiento, GIGA, de la UQ, responsables del estudio.

“La prospectiva como técnica para analizar futuros posibles y deseables aporta a la construcción colectiva a través de la convergencia de actores. Este estudio identifica escenarios futuros del turismo de naturaleza en el departamento del Quindío al año 2035 en el contexto del Paisaje Cultural Cafetero de Colombia”, afirma Beatriz Elena Guzmán, investigadora principal del trabajo en mención.

El estudio académico identificó los elementos que son determinantes para impulsar el turismo de naturaleza en esta parte del país al tenor de 4 escenarios: “Nos ganamos la lotería sin comprarla”, que hace referencia al potencial turístico quindiano descubierto casi por azar y fruto de la adversidad provocada por la crisis cafetera de 1989; “Sin prisa, pero sin pausa”, que resume el ritmo al que ha crecido y se ha mantenido el desarrollo turístico en el departamento e indica continuar con algunos esfuerzos; “Donde hay voluntad, hay camino”,  que implica articulación y poner el pie en el acelerador de la gestión público-privada; y “Vamos con toda”, el escenario ideal, el más retador y adecuado para el Quindío y para el que se requiere una importante gestión público-privada, amén de una permanente articulación.

Para llegar al escenario ideal en 2035, aseguran los investigadores, se requiere un conjunto de decisiones y acciones colectivas, resumidas en 6 variables estratégicas. La primera fue definida como normatividad y estandarización de la oferta turística, construida a partir de lineamientos y estándares de calidad diferenciados. La segunda variable es la formación de capital humano en turismo, reconociendo la necesidad de cerrar brechas orientadas a la generación de competencias específicas, tecnológicas y actitudinales. En tercer lugar, aparece la infraestructura turística y de soporte, para lo cual, explican los académicos, hay que entender la infraestructura alrededor del turismo de naturaleza no solo como tener un centro de convenciones: “Hablamos de senderos, miradores, muelles de avistamiento de aves, ecoaldeas, desarrollo de vías, servicios públicos, conectividad y red de servicios hospitalarios”. La cuarta variable contempla la innovación en la oferta turística, la misma que obliga identificar, diseñar y ofrecer productos turísticos  diferenciados y orientados a la preservación de los elementos culturales de la región, incorporar investigación, desarrollo e innovación, y consolidar las cadenas productivas. La protección ambiental y paisajística es la quinta variable y en la cual los docentes uniquindianos recomiendan la incorporación de normatividad y un adecuado nivel de apropiación y conciencia del cuidado del medio ambiente, en síntesis, una normatividad para la protección de los recursos y articulada con la actividad turística y los planes de ordenamiento territorial. La última variable fue definida como territorio turístico estratégico y atractivo, que sugiere el Quindío como una plataforma ambientalmente sostenible y sustentable, con visibilidad y reconocimiento internacional; “el sector turístico se va a desarrollar verdaderamente cuando logremos conectar con mercados globales, pero esa conexión supone la observancia y el cumplimiento de las diferentes variables, la internacionalización del sector es fundamental”, añade el abogado socioeconomista y docente de la UQ Juan José Botero.

Cambios

Para lograr el escenario ideal del turismo de naturaleza en el Quindío, se lee en la investigación, quedaron identificados los factores generadores de cambio, mediante el uso del instrumento denominado Matriz de Cambios Esperados. Las categorías de análisis fueron 3: cambios presentidos, que son factores de los cuales se tiene indicios o se vislumbra su ocurrencia; cambios anhelados, es decir, fenómenos que se desea que ocurran; y, cambios temidos o circunstancias que se pueden detectar por síntomas o conjeturas y generan preocupación.

En cuanto a la dimensión económica, los cambios presentidos son: primer lugar como centro turístico, consolidación del turismo rural, perfil de un turista que demanda servicios de naturaleza y de distinta índole, venta de productos tecnológicos elaborados en la región, y zonas turísticas especiales. Los cambios anhelados hacen alusión a acceso a servicios turísticos a través de diferentes medios, aprovechamiento del aeropuerto internacional, Quindío reconocido como destino de talla internacional, fortalecimiento de la oferta de servicios turísticos, y encadenamientos productivos. Los cambios temidos se resumen en cambio acelerado en el uso de suelo, monocultivos que afectan el recurso hídrico, demanda indiscriminada de oferta turística que afectan los recursos naturales, sustitución del cultivo de café, e infraestructura deteriorada.

Los cambios presentidos en la dimensión sociocultural son pérdida de la identidad cultural, apropiación del conocimiento de la plataforma turística competitiva y de las condiciones del territorio, explotación sexual comercial de niños y adolescentes, y turismo como factor deteriorante a nivel social; los cambios anhelados son apropiación social del conocimiento, turismo de naturaleza inclusivo y de inmersión con incorporación de metodologías relacionadas con el desarrollo incluyente, oferta educativa y desarrollo del talento humano en turismo, y mentalidad del empresario más integral, orientada a la formalidad, salarios altos y productividad; y los cambios temidos son pérdida de identidad, relevo y ruptura generacional, desaparición de la cultura cafetera y pérdida del PCCC, y gentrificación.

Sobre la dimensión ambiental, se presiente un turismo como factor deteriorante de los recursos naturales, sostenibilidad ambiental, prestadores de servicios turísticos con cumplimiento de criterios de negocios verdes, y “Disneyzación” del paisaje; se anhela venta de servicios ambientales, ordenamiento del territorio, mitigación de los impactos generados, y conservación de turismo; y se teme efectos del cambio climático, amenazas sobre los sistemas de áreas protegidas, pérdida de biodiversidad por sobreexplotación de los recursos, y pérdida de servicios ecosistémicos.

En conclusión, el departamento del Quindío cuenta con una herramienta que fue construida de manera colectiva, que puede contribuir al mejoramiento de la organización y la planeación del turismo de naturaleza. “Este es un estudio especializado, a nuestro juicio representa un plan muy grande para el desarrollo de la región. El momento que vive el país, que tiene que ver con la elección de gobernantes, es una oportunidad para que los futuros mandatarios tengan en cuenta esta investigación, hecha de forma participativa. Puede y debe permitirle al sector de turismo de naturaleza quedar incluido en los planes de desarrollo”, sentenció el coinvestigador Edwin Tarapuez.