Diferentes nichos del comercio y el turismo risaraldense podrían hacer parte de la transición energética que actualmente atraviesa el país. De acuerdo con la Cámara de Comercio Colombo Americana, el impacto de la transición energética es un compromiso tanto del Gobierno como de las entidades locales que podría resultar beneficioso para la economía, empleabilidad y desarrollo social de las comunidades.

En entrevista para este medio, Milton Montoya, abogado de Minería y Energía en la firma Holland & Knight, compartió su perspectiva frente a la articulación de la economía de pequeñas y medianas empresas del departamento con el desarrollo de energías renovables del país: “Es un momento propicio para el desarrollo de este tipo de proyectos, lógicamente, tenemos algunas dificultades en el desarrollo de los mismos pero precisamente es identificar las fortalezas y debilidades de la ejecución de proyectos renovables en nuestro país y también evidenciar las oportunidades que tiene la pequeña y mediana empresa en nuestro país”.

Minería y transición energética

De acuerdo con el abogado, el principal reto que tiene el país en cuanto a la transformación minero energética es que se haga una transición responsable sin sacrificar la sostenibilidad fiscal del país, ni su independencia y seguridad energética. Es decir, Montoya propone que sin arriesgar el derecho que tienen los usuarios a pagar una energía asequible se aprovechen los recursos en materia de minería e hidrocarburos con los que cuenta el país: “Tratar de no ver tanto la transición energética a partir de vetos sino a partir del principio de complementariedad”, agregó.

De esta manera, Montoya ha identificado que a pesar de la coyuntura que se vive con los hidrocarburos y la dependencia de algunos gobiernos frente a este recurso, el Eje Cafetero cuenta con oportunidades asociadas a proyectos de energía renovables, como en particular la energía fotovoltaica: “Hemos evidenciado que después de la pandemia no solo hubo un desarrollo importante en el desplazamiento de personas de diferentes zonas del país que se han ido a vivir al Eje Cafetero sino también, un interés también en el desarrollo de proyectos asociados al turismo, hotelería, restaurantes y sin duda alguna las posibilidades de que poco a poco en Colombia podamos desarrollar proyectos solares en este tipo de industria”, agregó el abogado.

Alta inversión

En medio de la conferencia ‘Oportunidades en materia de energías renovables’ que se llevó a cabo en la Cámara de Comercio de Pereira con alrededor de 50 empresarios, una de las principales conclusiones giró alrededor de los pasos a seguir para que una pyme pueda unirse a la transición: “Primero hay que identificar el potencial que las empresas pueden aprovechar, si están ubicadas en una zona donde hay potencial solar, si existe la posibilidad de pensar en una comunidad energética y a partir de ahí si existe la oportunidad de incorporar baterías de almacenamiento de energía a sus procesos. Por eso tenemos que hacer siempre un análisis de potencial versus costo, y si ese análisis es beneficioso, entonces empezar a incorporar toda la estructura de los proyectos que hacen parte de las autoridades”.

A su vez, los pequeños y medianos empresarios conocieron sobre la regulación que se ha proferido en materia de energías renovables en Colombia; la política pública nacional e internacional en materia de transición energética y cuáles son los pasos y requerimientos que se deben tener en cuenta a la hora de desarrollar un proyecto de energías renovables a pequeña y mediana escala en Colombia. Trámites de carácter predial, social, ambiental y asociados a permisos en autoridades como la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) también se abordaron.

La cifra

$50 a $100 millones de pesos tendrían que ser invertidos por las pymes en proyectos sostenibles.